Si estás leyendo esto es porque probablemente estas pensando si deberías hacer testamento. ¿Nos permites un consejo? ¡Sí! Sin ninguna duda deberías hacerlo.
Y es que hay varias razones por las que deberías hacerlo. En primer lugar, te permitirá decidir cómo se repartirán tus bienes después de tu muerte. En segundo lugar, te permitirá nombrar a las personas que serán responsables de llevar a cabo tus deseos. En tercer lugar, te dará la tranquilidad de saber que tus seres queridos estarán respaldados después de tu muerte.
¿Qué es y quién puede hacer testamento?
Pero antes de seguir, veamos si conoces lo más básico sobre este acto jurídico:
¿Qué es? Un documento que sirve para declarar la voluntad de una persona sobre cómo se deben repartir sus bienes después de su muerte.
¿Quién puede hacerlo? Cualquier persona que sea mayor de 18 años, que esté en pleno uso de sus facultades mentales y no actúe bajo coacción.
¿Qué necesitas para hacer un testamento?
Pues bien, una vez que ya sabes lo que es y te hemos convencido para que lo hagas, pasemos a lo más farragoso: el papeleo.
Los tramites necesarios para hacer un testamento notarial en España de la forma más sencilla son los siguientes:
- Estar en posesión de un documento de identidad válido.
- Acudir personalmente ante un notario.
- Manifestar la voluntad de hacer el testamento.
- Presentar o redactarlo con ayuda del notario.
- Firmarlo ante el notario.
En Papeleo te asesoramos con todas las cuestiones previas a tu visita al notario, incluido con lo más complejo: la redacción del testamento. Además, te concertamos cita con el notario que mejor te venga..
Todo muy sencillo, ¿verdad? Pero ojo, que hay algunos detalles más que deberías conocer, como por ejemplo: los tipos de testamentos que existen y sus particularidades.
Tipos de testamentos
En España se clasifican en cuatro categorías: ológrafo, público, cerrado y abierto.
- El testamento ológrafo es el documento que contiene la voluntad del testador, escrita de su puño y letra. Para que sea válido, debe estar fechado y firmado por el testador y, además, debe ser validado por dos testigos.
- Un testamento público es un documento notarial que contiene la voluntad del testador. Debe ser otorgado ante un notario público y, además, debe ser validado por dos testigos.
- Un testamento cerrado es un documento que contiene la voluntad del testador pero que no está firmado por él. En su lugar, el documento está sellado por el notario público. Este tipo de testamento es válido si el testador muere en las 72 horas siguientes a la otorgación del documento.
- El testamento abierto es un documento que contiene la voluntad del testador y que está firmado por él. Este tipo de testamento es válido si el testador muere en las 72 horas siguientes a la otorgación del documento.
Si quieres saber más sobre las diferentes particularidades de los tipos de testamentos, puedes hacerlo en este artículo de Legal Today, donde puedes encontrar información de un quinto supuesto: el testamento realizado en el extranjero.
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